El lenguaje es una de las herramientas más importantes generadas por el hombre. Es aquello que nos permite diferenciarnos del resto de las especies. Después de la creación del lenguaje pudimos expresar nuestras ideas, sentimientos, identificar objetos, identificar tiempos, etc. Somos capaces de generar nuestra historia.
Estamos consientes de nuestra existencia gracias a la coexistencia del lenguaje. Si este complejo sistema de signos no existiera nuestra vida sería como la de cualquier organismo vivo que no sabe que existe… ni por qué… ni para qué.
El lenguaje nos ha permitido, aparte de generar nuestra historia, construir una gran variedad de conocimientos. Conocimientos que han sido fundamentales para que la sociedad haya evolucionado hasta lo que hoy en día es. (No es que sea una sociedad perfecta, pero no podemos ignorar los grandes adelantos científicos que han sido beneficiosos para nuestra sociedad… aunque hay otros que nos han beneficiado mucho, pero eso ya es otro tema).
Señalamos que el lenguaje ha permitido generar conocimientos que buscan ir mejorando ciertos problemas sociales, a través de la formación de los llamados “profesionales”, que son las personas más capacitadas para estudiar y dar solución a los inconvenientes que día a día aparecen en la sociedad. Uno de los conceptos interesantes, ligado a lo profesional, de este tiempo, es el concepto de competencias.
Las competencias son el conjunto de conocimientos (saber), habilidades (saber hacer) y actitudes (querer hacer), relacionados con la forma como el profesional está preparado para resolver problemas de su entorno. Estas tres cosas no pueden separarse, si es que se quiere ser considerado un “profesional competente”. Es necesario que estos tres componentes estén presentes y equilibrados en una persona para que tenga la cualidad de “competente”, ya que el último criterio para definir el grado de competencia de un profesional es su capacidad real para transformar el entorno.
Las competencias en comunicaciónLas competencias comunicativas son esas formas mediante las cuales las personas pueden establecer interacciones con otras personas y con su entorno, partiendo de un reconocimiento previo de su ser. Estas competencias son: Lingüística, Paralingüística, Textual, Quinésica, Proxémica y Cronética.
La competencia Lingüística se relaciona con la adquisición y desarrollo del lenguaje. Es el sistema de signos articulados que permiten el entendimiento entre las personas.
La competencia Paralingüística se trata del conjunto de elementos adicionales que acompañan al lenguaje (oral o escrito) y que ayudan a complementarlo. Hablamos de intencionalidad o entonación, por ejemplo. Así como los recursos gráficos, tales como: cursivas, negritas, mayúsculas, subrayados, etc.
La competencia Pragmática es el desarrollo de capacidades para convencer y persuadir a los demás. Es el conjunto de recursos, estrategias, tácticas que empleamos para influir en las decisiones y opiniones de otros
La competencia textual tiene que ver con la producción y comprensión de textos escritos. Para desarrollarla el profesional debe contar con las herramientas cognitivas, comunicativas y técnicas propias de la escritura.
La Competencia Quinésica se relaciona con la postura, la mirada, el rostro, las manos, en fin… con todo nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo comunica. Y esta competencia es la encargada de enseñarnos como guiar nuestro cuerpo según el contexto en el que nos encontramos.
La competencia proxémica identifica la producción de significados a partir del manejo de los espacios. Espacios que van desde los intimo a lo global. Existen espacios para cada tipo de relación que la persona tenga y es crucial saber manejar esos espacios físicos.
Por último, la competencia Cronética. Tiene relación con el tiempo. Es el manejo de la comunicación en el tiempo, la producción de significados con y desde la coordenada tiempo. Es importante manejar con sumo cuidado, el momento en que se han de comunicar las ideas.
Comentario Personal Hasta antes de analizar el texto, inconscientemente había utilizado (en paralelo) varias de las competencias comunicativas analizadas. No siempre, por supuesto; pero en varias ocasiones se habían conjugado varias de ellas.
Ahora, el tema me resultó muy interesante. Tengo que interactuar, a menudo, con alumnos, apoderados, Empresarios, Jefes de Sección, Gerentes, miembros de la iglesia a la que pertenezco y veo que el orden dado por el autor al tema es fascinante. Será porque no había estudiado esto antes que me parece atractivo el tema, pero esa es la verdad.
Creo que me será de gran utilidad el comenzar a ordenar las prácticas comunicativas con el conocimiento adquirido, pues una de las cosas que más hago es intentar comunicar ideas en los distintos grupos de cuales formo parte o lidero. Asumiendo como verdad el triángulo de la competencia: saber, saber hacer y querer hacer.
Nada más que señalar. Será de gran provecho en mi tarea de comunicar.